Con la globalización del arándano azul (Vaccinium corymbosum L.), el riesgo al ataque por artrópodos plagas se ha intensificado; sobre todo en áreas con reciente introducción de este cultivo (Rodríguez-Saona et al., 2019). En relación con las otras frutillas, el arándano presenta poca incidencia de daños por ácaros e insectos, aunque no está exento de su ataque (Rodríguez-Saona et al., 2019; Ortiz et al., 2020). Los ácaros fitófagos de la familia Tetranychidae incluyen algunas de las plagas más importantes en la agricultura y la silvicultura; hasta 2019 se habían descrito 1321 especies validas registradas sobre 3917 especies de plantas hospedantes (Migeon y Dorkeld, 2022) incluida la familia Ericaceae en especies de Vaccinum.

Oligonychus ilicis McGregor fue descrito por primera vez en 1917 al atacar árboles de Acebo americano (Ilex opaca: Aquifoliaceae) en Carolina del Sur, Estados Unidos de Norteamérica (Toledo et al., 2018). Este ácaro, es conocido también como la araña roja del sur o la araña del café, cultivo donde representa una amenaza importante (da Silveira et al., 2020; Liburd et al., 2020). Se alimenta de más de 34 plantas hospedantes de 15 familias diferentes, ha causado daños económicos a un amplio rango de plantas ornamentales y frutales (Denmark et al., 2006; Toledo et al., 2018; Liburd et al., 2020). Desde el 2006 Denmark y colaboradores la identificaron en arándano rojo Vaccinum macrocarpon Aiton, 1789 para Estados Unidos de América.

En otras plantas hospederas hasta esa fecha había sido registrada además en Brasil, Italia, Japón, Corea, los Países Bajos y Paraguay, también se reportó en Australia, pero más tarde el Departamento de Agricultura, Pesca y Vida Silvestre anunció que lo habían erradicado. Lopez y Liburd (2020) reportan al ácaro rojo del sur (O. ilicis) como el tetraníquido plaga de mayor importancia en los huertos de V. corymbosum por causar infestaciones severas al sur de los Estados Unidos de América y que han aumentado en los últimos años y han generado pérdidas de hasta un 80% a un 100% en algunas plantaciones de arándanos.

Por otro lado, el conocimiento de los ácaros plagas en cultivos de arándano azul michoacano V. corymbosum es muy escaso, se han reportado por Bucio-Soto et al. (2016) cuatro ácaros fitófagos asociados: Panonychus ulmi (Tetranychidae), Tydeus (Afrotydeus) ca. meyerae (Tydeidae) y dos tarsonémidos, Tarsonemus sp., y Hemitarsonemus sp, estas se determinaron por colectas efectuadas en el municipio de Ziracuaretiro sobre plantas de variedad biloxi, sin embargo, ninguna de estas especies ha manifestado preocupación económica en el estado y se desconoce su nivel de repercusión agrícola.

Dada la importancia que tiene este cultivo en la entidad, se hacen monitoreos constantes para conocer el estado fitosanitario de las plantas de arándano azul V. corymbosum en diferentes regiones y variedades.

Las recolectas se hicieron en los huertos ubicados en la localidad de Huaniqueo, del municipio de Salvador Escalante, Michoacán, con las coordenadas 19° 20’ 13.2’’ latitud norte y 101° 38’ 55.5’’ longitud oeste sobre plantas de tres años de V. corymbosum variedad ‘sharp blue’. Durante muestreos de control efectuados el 13 y 18 de octubre de 2021 se recuperó material vegetal con sintomatología de daños por ácaros de la familia Tetranychidae, se realizó una recolecta dirigida directamente sobre hojas que mostraban incidencias por alimentación, presencia de exuvias por mudas y seda (Figura 1A y 1B).

Figura 1

Figura 1. Presencia y daño del tetraníquido Oligonychus ilicis en arándano var. sharp blue. A) hojas por el haz y el envés con síntomas de daños por los ácaros; B) exuvias de mudas y daño por alimentación; C) hembras, machos y exuvias sobre haz de hoja dañada; y D) macho y exuvias (fotos MVS).

Una vez seleccionadas las estructuras vegetales, se colocaron en bolsas de polietileno con cierre hermético marca Ziploc^®, posteriormente se transportaron al Laboratorio de Entomología, de la Facultad de Biología, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Se recuperaron aproximadamente 40 hojas y yemas tiernas, estas se revisaron individualmente en un microscopio estereoscópico y con la ayuda de agujas de disección se separaron hembras, machos e inmaduros para su montaje en lamillas, a través de la metodología propuesta por Walter y Krantz (2009) con líquido de Hoyer.

Para la determinación taxonómica se utilizó un microscopio de contraste de fases (DM2000, Leica Microscopes International), con las claves dicotómicas de Pritchard y Baker (1955) se identificó la especie y se corroboró con la clave interactiva y diagnósticos para todas las especies de araña roja (Acari: Tetranychidae) registradas en Australia (Beard, 2018).

Se montaron solo 20 individuos, seis machos y el resto hembras e inmaduros los cuales fueron depositados en la colección de referencia del laboratorio de Entomología. Por medio de las observaciones y las claves taxonómicas, se determinó que el tetraníquido encontrado, pertenece a la especie Oligonychus ilicis. Los ejemplares examinados coincidieron con las características típicas de la especie: ambos sexos son de color marrón rojizo (Figura 1C y 1D), más oscuro que la mayoría de las tetraníquidos conocidos como arañas rojas, y translúcidos hacia el extremo frontal del cuerpo.

La hembra es ligeramente más grande que el macho y tiene una forma redondeada o elíptica del opistosoma (Figura 1C).

Los machos son más angostos con el opistosoma en forma de V (Figura 1 C) y el edeago termina en gancho puntiagudo (Figura 2) carácter determinante en esta especie (Denmark et al., 2006). Pueden desarrollar varias generaciones superpuestas durante el año bajo condiciones óptimas (25 ±2 °C) y llegan a completar una generación en dos semanas (Denmark et al., 2006; Liburd et al., 2020).

Figura 2

Figura 2. Edeago del macho de Oligonychus ilicis (foto MVS).

Prefieren temperaturas de altas a templadas, soportan el invierno húmedo, y se les puede encontrar durante todo el año, ya que logran permanecer en diapausa hasta que el ambiente les favorezca (Lopez y Liburd, 2020).

Generalmente, atacan el envés de la hoja y a medida que la población aumenta, se trasladan al haz, si las colonias son numerosas, invaden los tallos y brotes tiernos (Liburd et al., 2020; Lopez y Liburd, 2020). A diferencia de lo reportado por estos autores, los ácaros se encontraron en abundancia en el haz de las hojas esto provocó un bronceado o enrojecimiento (punteado regularmente) similar al daño que hace Oligonychus punicae en las hojas de aguacate (Figura 1 A), consecuencia de la degradación del mesófilo vegetal y esto conlleva a la defoliación (Denmark et al., 2006; Liburd et al., 2020).

Las hojas pueden deformarse si están infestadas con poblaciones grandes de O. ilicis, donde las jóvenes o en crecimiento son las más vulnerables a la agresión, lo que coincide con lo encontrado por Lopez y Liburd (2020). Se ha reportado que la severidad de su daño reduce la capacidad fotosintética entre 37% y 50% en plantas de café (Toledo et al., 2018), este caso se puede asemejar a lo ocurrido en el arándano.