Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas   volumen 14   número 3   01 de abril - 15 de mayo, 2023

DOI: https://doi.org/10.29312/remexca.v14i3.3119

Nota de investigación

Capital social y políticas públicas para el desarrollo rural. Análisis del programa sembrando vida

Jonatan Blas-Cortés

José Miguel Omaña-Silvestre1

Juan Manuel Quintero-Ramírez2

Blanca Margarita Montiel-Batalla3

1Colegio de Postgraduados. Carretera México-Texcoco km 36.5, Montecillo, Texcoco, Estado de México. CP. 56230. (miguelom@colpos.mx).

2Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Av. Insurgentes Sur 1582, Col. Crédito Constructor, Alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México. CP. 03940. (juan.quintero@conacyt.mx).

3Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco km 38.5, Chapingo, Texcoco, Estado de México. CP. 56230. (b.montielb@gmail.com).

§Autor para correspondencia: blasj316@gmail.com.

Resumen

El objetivo de esta investigación fue conocer los elementos que determinan el capital social en los beneficiarios del Programa Sembrando Vida, con base en información de tipo cuantitativa y cualitativa obtenida de los beneficiarios. Se utilizaron dos medidas de confianza con los cuales se construyeron tres niveles de confianza: baja, media y alta y se estimaron las ecuaciones planteadas utilizando un modelo Probit. Los modelos estimados permiten concluir que aquellos beneficiarios encuestados con mayor edad, habitantes de poblaciones rurales y que participan voluntariamente en grupos u organizaciones locales, tienen una mayor probabilidad de pertenecer a los grupos de mayor confianza. Utilizando la medida de confianza basada en la percepción de confiabilidad de las personas de la localidad, los resultados del modelo indican que el género y la condición de etnicidad tienen un efecto negativo y positivo en el nivel de confianza, respectivamente. Mientras que el modelo basado en la calificación otorgada a diferentes actores locales sugiere que esas dos características tienen un efecto negativo en el nivel de confianza. Por otra parte, se observó que, a mayores niveles de confianza de los beneficiarios, su desempeño organizativo a través de las comunidades de aprendizaje campesino aumenta.

Palabras clave: comunidades de aprendizaje campesino, confianza, modelo Probit.

Recibido: abril de 2023

Aceptado: mayo de 2023

Uno de los programas prioritarios de la actual administración del Gobierno de México es el Programa Sembrando Vida (PSV). El PSV inició en 2019 atendiendo a sujetos agrarios mayores de edad habitantes de localidades rurales, en municipios con niveles de rezago social y que son propietarios o poseedores de 2.5 ha disponibles para ser trabajadas en un proyecto agroforestal, en 20 estados del país. El cual, además de considerar la dimensión productiva, busca promover la organización social como una forma de recuperar el tejido social (Secretaría de Bienestar, 2020).

De los tres tipos de apoyos que otorga el PSV, el económico, mediante transferencias directas, es el principal. Por su parte, los apoyos en especie para la instalación de viveros comunitarios o biofábricas se entregan a los sembradores o a las comunidades de aprendizaje campesino (CAC), figura colectiva central para el intercambio de conocimientos y la formación. El apoyo de acompañamiento técnico y social busca potenciar la organización comunitaria, la recuperación de saberes locales y de esta manera, favorecer la recomposición del tejido social (CONEVAL, 2020).

La hipótesis de trabajo de esta investigación es que, en la medida en que el capital social sea mayor, el desempeño de las CAC será mayor, contribuyendo así al logro de los objetivos del PSV con relación al tejido social. De acuerdo con Leiras (2007), en las últimas décadas se ha observado una participación más activa de la sociedad civil en el ciclo de las políticas públicas. En México, son pocos los estudios realizados sobre el capital social y su relación con la implementación de programas públicos. Ordoñez y Ruíz (2015), llevaron a cabo un estudio para determinar la formación del capital social comunitario a partir de programas de combate a la pobreza en México, poniendo el foco de atención en el impacto del Programa Hábitat.

De manera específica, las investigaciones sobre el capital social en espacios rurales mexicanos se enfocan en el papel de éste en empresas rurales, en los procesos organizativos de productores agrícolas y las redes de actores sociales (Custodio y Martínez, 2018). El interés central de este trabajo de investigación fue conocer el papel de este concepto en el desempeño de la acción colectiva de los beneficiarios, tomando como base la definición de capital social formulada por Putnam (1993), entendida como aquellos ‘elementos de las organizaciones sociales, tales como la confianza, normas y redes que pueden mejorar la eficiencia de una sociedad, facilitando las acciones coordinadas’, esta definición, no aborda, como en el caso de Bourdieu, la temporalidad de las mismas, ya que este lo define como el producto de estrategias de inversión social consciente o inconscientemente orientadas hacia la institución o reproducción de relaciones sociales directamente utilizables, a corto o a largo plazo (Bourdieu, 2007).

La investigación se basó en el método de estudio de casos múltiples considerando que ‘su mayor fortaleza radica en que a través de éste se mide y registra la conducta de las personas involucradas en el fenómeno estudiado’, según Yin (1989). Se utilizó una combinación de métodos cualitativo y cuantitativo, pues la combinación de dos o más métodos produce mejores resultados (Morgan, 1998), incluyendo cinco casos de CAC de los estados de Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz. La selección de la muestra incluyó una entidad de cada uno de los estratos definidos (alto, medio y bajo) con base en el número de beneficiarios: Tlaxcala (5 000), Oaxaca (29 642) y Veracruz (67 773).

La selección de las CAC se realizó tomando en cuenta las restricciones de información del PSV al respecto, así como las medidas sanitarias derivadas de la pandemia por el SARS-COV 2 (Cuadro 1). Las técnicas de investigación utilizadas fueron dos: la encuesta, a través de un cuestionario estructurado y la entrevista a profundidad. Se buscó encuestar al menos al 50% de las CAC considerando que cada una está integrada por un promedio de 25 personas.

Cuadro 1. Actores incluidos en el estudio, según entidad federativa, municipio y localidad.

Entidad

Municipios

Localidades

CAC

Núm. de sembradores entrevistados

Núm. de técnicos productivos o sociales

Oaxaca

San Miguel Tequixtepex

San Miguel Tequixtepec

Chocholtecos Sembrando vida

15

2

San Pedro Tapanatepec

San Pedro Tapanatepec

El mexicano

15

2

Tlaxcala

Españita

San Agustín

El renacer

17

2

Vicente Guerrero

Guerreros por la naturaleza

14

2

Veracruz

José Azueta

Ejido Tierra y Libertad

Ejido Tierra y Libertad

12

2

Total

4

5

5

73

10

Información recabada en campo.

Se utilizaron dos medidas de confianza: C1: la respuesta de los beneficiarios a la pregunta ¿considera que la mayoría de la gente de su localidad es confiable? La respuesta afirmativa se codificó ‘con confianza’, si contestó que a veces se puede confiar, se consideró como ‘confianza intermedia’, si la respuesta fue negativa se clasificó ‘con desconfianza’, C2: utilizando la calificación otorgada de 1 a 10 a diferentes actores locales, tales como: familiares, compañeros de CAC, vecinos, amigos, autoridades locales, compañeros de trabajo, fuerzas del orden, partidos políticos e iglesia. Esto permitió generar tres niveles de confianza: bajo: de 0 a 4; medio: de 5 a 7; alto: de 8 a 10.

El modelo de confianza a nivel individual se representó con la siguiente ecuación (Cárdenas et al., 2015). Donde: i indica individuos u observaciones y j la medición de confianza a emplear:

 

Donde: ; toma el valor 1 (nivel de confianza bajo), 2 (nivel de confianza medio) y 3 (nivel alto de confianza), para ambas medidas de confianza utilizadas; : vector de variables socio demográficas de los individuos (sexo, edad y nivel educativo);: vector de variables del entorno (tamaño de población, grado de marginación y etnicidad);: vector de la variable de pertenencia a organizaciones voluntarias locales o regionales;: coeficientes de cada grupo de variables;: vector de constantes. La estimación de estas ecuaciones se realizó utilizando un modelo Probit en el paquete estadístico STATA. El desempeño de las CAC se clasificó en tres niveles: i) desempeño alto; ii) desempeño medio; y iii) desempeño bajo.

En el Cuadro 2 se presentan los parámetros estadísticos de las dos medidas de confianza utilizadas. Como puede observarse, la primera medida arroja resultados ligeramente optimistas, ya que cuatro de cada diez beneficiarios indican desconfianza en la mayoría de las personas de su localidad. A través de la segunda medida se observa una mejoría considerable, pues dos de cada 10 encuestados indicaron baja confianza.

Cuadro 2. Parámetros estadísticos de las medidas de confianza utilizadas.

Variable

Media o (%)

Desviación estándar

C1

1.85

0.84

Desconfianza

43.84%

Confianza intermedia

27.4%

Con confianza

28.77%

C2

2.18

0.77

Confianza baja

21.92%

Confianza media

38.36%

Confianza alta

39.73%

Información recabada en campo.

De acuerdo con el Cuadro 3, en general, se observa una ligera mayoría de encuestados pertenecientes al género masculino, con una edad promedio de 47 años, un análisis diferenciado permite concluir que las mujeres tienen, en promedio, seis años más de edad que los hombres. En cuanto a nivel educativo, la escolaridad promedio es de 8.8 años.

Cuadro 3. Parámetros estadísticos para diferentes variables características de los encuestados.

Variable

Media

Desviación estándar

Sexo

1.42

0.5

Edad

47.12

12.5

Nivel educativo

8.84

2.03

Población rural

1.2

0.41

Grado de marginación

2.07

0.63

Hablante de lengua indígena

1.82

0.38

Voluntariado

1.53

0.5

Información recabada en campo.

Por otra parte, ocho de cada diez beneficiarios viven en localidades del medio rural, prevaleciendo un grado de marginación medio en el 60.3% de los casos. La presencia de hablantes de alguna lengua indígena es de 17.8% y el 46.6% ha participado como voluntario en algún grupo u organización local.

De acuerdo con en el Cuadro 4, utilizando la confianza en la población de la localidad, cuatro de los siete coeficientes resultaron significativos estadísticamente: edad, población rural, hablante de lengua indígena y voluntariado. Para el modelo en el cual se utiliza la calificación otorgada a diferentes actores, seis coeficientes son significativos: sexo, edad, nivel educativo, población rural, grado de marginación y voluntariado.

Cuadro 4. Coeficientes estadísticos de los modelos Probit estimados de confianza.

Variable

C1

C2

Sexo

-0.077

(0.0644)

-0.1113*

(0.0566)

Edad

0.004**

(0.003)

0.0082***

(0.0011)

Nivel educativo

0.008

(0.0085)

0.0319***

(0.0071)

Población rural

0.469***

(0.0866)

0.4464***

(0.088)

Grado de marginación

0.064

(0.0543)

0.1455***

(0.0507)

Hablante de lengua indígena

0.222***

(0.1)

-0.0913

(0.126)

Voluntariado

0.201***

(0.0721)

0.3409***

(0.0612)

N

73

73

Pseudo R2

0.0215

0.0512

Significancia de los coeficientes: p<0.1, p< 0.05, p< 0.01. Los errores estándar se reportan entre paréntesis. Fuente: con base en información recabada en campo.

En ambos modelos, los beneficiarios de mayor edad, habitantes de poblaciones rurales y que participan voluntariamente en grupos u organizaciones locales, tiene una mayor probabilidad de pertenecer a los grupos de mayor confianza. Los coeficientes estadísticos obtenidos en el primer modelo indican que, ser mujer tiene un efecto negativo en el nivel de confianza, mientras que la pertenencia a alguna etnia tiene un efecto positivo. En contra parte, los resultados del modelo dos indican que éstos son dos atributos con un efecto negativo en el nivel de confianza.

En el caso del segundo modelo, los resultados son similares a los reportados por Alesina y La Ferrara (2002) en relación con el efecto positivo y decreciente de la edad en la confianza. Respecto al nivel educativo en ese mismo modelo, Helliwell y Putnam (1999); Knack y Zak (2003), observaron un efecto positivo de la educación sobre la confianza. En contraparte, Nikolakis y Nelson (2018) no encontraron relación entre la educación y la confianza, pero obtuvieron evidencia que asocia negativamente esta última variable con la edad. Por otra parte, Alesina y La Ferrara (2002) también señalan efectos negativos en el nivel de confianza por parte de las mujeres.

En lo que respecta al desempeño de las CAC y los niveles de confianza observados, los resultados que se presentan en el Cuadro 5 indican una relación positiva entre dichas variables, pues conforme aumenta la confianza de los beneficiarios el desempeño de la CAC aumenta. De acuerdo con Ostrom y Ahn (2003), al establecerse actividades de manera coordinada, los grupos de individuos son más productivos independientemente del nivel de capital físico y humano que posean.

Cuadro 5. Desempeño de las CAC por nivel de confianza.

Variable

Desempeño de la CAC (%)

Alto

Medio

Bajo

C1

Desconfianza

3.1

34.4

62.5

Confianza intermedia

30

65

10

Con confianza

38.1

57.1

4.8

C2

Confianza baja

6.3

18.8

75

Confianza media

35.7

39.3

25

Confianza alta

51.7

27.6

20.7

Información recabada en campo.

Conclusiones

Los niveles de confianza en los beneficiarios del PSV, previo a su participación en el programa es alta, concentrándose, principalmente, en las personas de su familia y por aquellos que viven en su mismo barrio o localidad. Posterior a su participación en el programa, la confianza se incrementó, mejorando sustancialmente la percepción respecto a las personas con las que actualmente trabaja.

Los modelos estimados permiten concluir que aquellos beneficiarios encuestados con mayor edad, habitantes de poblaciones rurales y que participan voluntariamente en grupos u organizaciones locales, tiene una mayor probabilidad de pertenecer a los grupos de mayor confianza. En el primer modelo, los resultados indican que ser mujer y pertenecer a algún grupo indígena tienen un efecto negativo y positivo en el nivel de confianza, respectivamente. Mientras que, en el segundo modelo, ser mujer y pertenecer a algún grupo indígena, son dos características que tienen un efecto negativo en el nivel de confianza. Por otra parte, los resultados indican que, a mayores niveles de confianza de los beneficiarios, el desempeño de las CAC aumenta.

Agradecimientos

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo recibido a través de la beca para realizar Estancias Posdoctorales por México en la Modalidad: Estancia Posdoctoral Académica.

Literatura citada

Bourdieu, P. F. 2007. El capital social. Notas provisorias. En campo del poder y reproducción social. Elementos para un análisis de la dinámica de las clases. Córdoba: Ferreyra Ed. 203-206. pp.

CONEVAL. 2020. Evaluación de diseño con trabajo de campo del programa sembrando vida. 81 p. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/565806/Informe-Final-Dise-o-Sembr ando-Vida.pdf.

Custodio, G. C. A. y Martínez, B. A. E. 2018. El capital social en el estudio de la dinámica social y productiva de los espacios rurales en México. Agenda pública para el desarrollo regional, la metropolización y la sostenibilidad. 3(2):692-703.

Knack, S. and Zak, P. J. 2003. Zak building trust: public policy, interpersonal trust, and economic development. Supreme Court economic review. The University of Chicago Press. 28(2):91-107 pp. https://doi.org/10.1086/scer.10.1147139.

Leiras, M. 2007. La incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en las políticas públicas. Definiciones, explicaciones y evaluación de la literatura especializada local e internacional. La incidencia política de la sociedad civil. Siglo XXI. 17-66 pp.

Morgan, D. L. 1998. Practical strategies for combining qualitative and quantitative methods: applications to health research. Qualitative Health Research. 8(3):362-374 pp. https://doi.org/10.1177/104973239800800307.

Nikolakis, W. and Nelson, H. 2018. Trust, institutions, and indigenous self-governance: an exploratory study. Governance. 32(1):331-347. https://doi.org/10.1111/gove.12374.

Ostrom, E. y Ahn, T. K. 2003. Una perspectiva del capital social desde las ciencias sociales: capital social y acción colectiva. Instituto de Investigaciones Sociales. Rev. Mex. Sociol. 65(1):168-173.

Putnam, R. D. 1993. Making democracy work. Princeton University Press. New Jersey. 99-102 pp.

Secretaría de Bienestar. 2020. Acuerdo por el que se emiten las reglas de operación del programa sembrando vida, para el ejercicio fiscal. Diario Oficial de la Federación. 2-10 pp. 

Yin, R. K. 1989. Case study research: design and methods, applied social research methods series. Newbury Park CA, Sage. 162-164 pp.